Las Marcas
Las Marcas
Las marcas se han convertido en un instrumento para comunicar
emociones a las personas. Creemos en una marca porque se ha convertido en una
“garantía” para obtener aquellas cosas que realmente compramos.
En realidad detrás de una compra, adquirimos más allá del bien y
servicio objetivo, adquirimos también bienes intangibles que están en nuestra
percepción, la cual pesa de forma determinante al decidir una compra.
Las marcas logran que las personas tengan una motivación adicional
para la compra debido a todo lo que reciben de ellas, los bienes tangibles y
también los intangibles.
Las marcas van generando una identidad propia alrededor de ciertos
valores que logran penetrar en la mente de los consumidores que se convierten
en un impulso para su compra, por esa razón las marcas tienen un valor que
permite reflejarlo en el precio de sus bienes y servicios porque marcan una
verdadera diferencia frente a sus competidores.
Durante mucho tiempo fue prácticamente imposible determinar el valor
de una marca en el valor de una empresa, es con el paso del tiempo cuando
algunas empresas especializadas han diseñado algunos instrumentos para definir
“el valor” de una marca.
Ejemplo de esto es que la consultora Interbrand valuó el nombre de la
marca Coca-Cola en $ 67 mil millones de dólares, Microsoft con $ 56,926 e IBM
con $ 56,201, siendo estas las tres marcas con mayor valor en el mundo. En
México, según Interbrand las tres marcas más valiosas son Bimbo, $ 648 millones
de USD, Telmex, $ 578 y Banamex, $ 358.
El término utilizado para medir el valor de una marca es Brand Equity
(BE), que es el valor añadido que la marca proporciona al producto, tal como lo
percibe el consumidor.
Tener una marca detrás es una gran ventaja porque le asegura al
consumidor la calidad del producto que recibe, y el canal se beneficia del
valor que le da el cliente a esa marca, a ese logo, a esos lemas y todo lo que
trae una marca asociada consigo.
Sin embargo el reto más importante para un distribuidor de una marca
esta relacionada con la forma en la que él puede aprovechar esas ventajas y
construir un posicionamiento. La marca puede proporcionar la seguridad de una
calidad en el producto pero corresponde al distribuidor hacer que la
experiencia del cliente sea grata y regrese a comprar nuevamente porque el
valor que obtuvo fue realmente satisfactorio. Esa experiencia satisfactoria la
debe construir básicamente con dos elementos:
a) Procesos orientados al cliente
b) Personas que puedan hacer realidad el
servicio.
c) Calidad del Producto
Así como los distribuidores dependen de las grandes marcas para su
modelo de negocio, también las grandes marcas construyen su propuesta a través
de sus distribuidores, ya que de ellos depende el contacto directo con el
cliente, de ellos depende aprovechar las ventajas que proporciona una marca,
pero también depende de ellos y de nadie más, construir una experiencia
satisfactoria.